Palacio Alicante o un viaje al Siglo XVIII

La intervención del equipo en este Palacio singular comenzó por respetar al máximo el edificio, su historia, su escalera de cerámica antigua, sus paredes de ladrillo cara vista aparentemente imperfectas o incluso muchas de sus grietas, pero al ser un hotel y además, Only Aduts, las habitaciones resultan totalmente funcionales, modernas y con lo último en confort.

Destacar los ambientes diferenciados del hall, con dos zonas de espera y el mostrador de cerámica que juega con las figuras geométicas casi neoclásicas y tres lamparones de mimbre que rompen y que dan la bienvenida y por supuesto, la creación de la lámpara central que adorna la escalera y que son diez grandes maromas cuyo final es rematado por bombillas llamativas y funcionales.